SEXO, RELIGIÓN Y LOPD

Que nadie se venga arriba. Aun con lo estimulante que pueda parecer el encabezado, aquí de sexo hablamos poco. Pero sí que os quiero relatar una historieta que cuento en los cursos presenciales sobre LOPD en la empresa al hilo de la importancia de utilizar la maldita para muchos CCO (con copia oculta) a la hora de enviar un email a varios, decenas o centenas de contactos. Esto pudo ser motivo para el cierre inmediato de una asesoría, dada la gravedad del asunto, aunque las partes lo dejaron en simple anécdota y en una bronca monumental hacia la trabajadora que lo hizo.

Os cuento. Todos conocemos a esa persona que nos tiene acostumbrados al típico mensaje de viernes, con deseos de un buen fin de semana. Ese powerpoint con musiquilla romántica e imágenes celestiales, de atardeceres, niños dándose besitos en escenas tiernas y otras perlas semejantes. Yo tengo una conocida que, no solo lo enviaba, si no que recibía con cada uno de ellos mi recomendación de que utilizara la copia oculta de una puñetera vez o me sacase de su agenda. Lógicamente, el correo lo enviaba desde su cuenta de empresa, lo cual es todavía más grave.

Esos correos eran utilizados por sus receptores para hacer la pelota más y más grande hasta juntar tal cantidad de contactos que era interminable.

Y aquí entra de lleno el sexo.

Uno de los receptores, el más gracioso, nos envió a todos un vídeo extraído de una página de contenido sexual. Una escena en la que dos señoras y un señor con atuendos religiosos se hacían arrumacos y algunas cosas más (lo dejo a vuestra imaginación). Una broma pesada, vamos.

Y aquí se montó la de Dios, y nunca mejor dicho.

Uno de los correos de la lista interminable era el del director de un conocido colegio religioso valenciano, el cual recibió, como todos, tal obra de arte en su bandeja de entrada. Pero no solamente él. Su secretaria, la de recursos humanos, el jefe de estudios, el conserje y hasta el jardinero (exagerando el relato, claro) aparecían entre los contactos.

Alguien dirá que borrando ese correo y no dándole importancia se habría terminado la juerga. Pero no.

El director del centro solicito ayuda a expertos informáticos de esos que trabajan para los cuerpos de seguridad del estado. Y rastrearon la lista hasta llegar con el simpático del vídeo porno, con su correspondiente denuncia por daños al honor y ante la AGPD. Y lo que es peor. Llegaron al origen de la lista tramposa. A la propia asesoría laboral y a la cuenta de partida de este lío.

Lo que empezó como algo inocente enviado a los amiguetes y clientes se convirtió en una pesadilla para la asesoría y para la de los powerpoints.

Desde el punto de vista de la Agencia de Protección de Datos, la sanción habría llegado a cerrar el negocio. 300.000 euros del ala. No se llegó a más por “caridad cristiana” tal como dijo el director del colegio, el cual dejo de confiar en estos asesores cerrando su cuenta con ellos.

A la de los PWP de felicidad y armonía y deseos de buen finde la pusieron de patitas en la calle. Una magnifica profesional que por no atender a los consejos de un amigo engrosa las filas del paro.

Moraleja a trabajadores y particulares: ¿Quieres usar de una puñetera vez la opción de copia oculta?

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